Este artículo es una revisión y un desglose del estudio: Training in the Initial Range of Motion Promotes Greater Muscle Adaptations Than at Final in the Arm Curl de Pedrosa y cols. (2023).


A pesar de que durante mucho tiempo hemos sido conscientes de que diversas variables en el entrenamiento con sobrecargas pueden influir en el crecimiento muscular, el rango de movimiento (ROM) ha permanecido en un segundo plano.

Imaginemos esto de la siguiente manera: cuando levantamos una carga, los músculos se contraen a diferentes longitudes durante el ejercicio. Al principio del movimiento (ROM inicial), se encuentran elongados, mientras que al final (ROM final) se hallan en un estado más contraído. Estudios recientes han revelado que esta variación en la longitud muscular durante el entrenamiento puede tener un impacto significativo en el crecimiento muscular.

Lo que resulta aún más fascinante es que al entrenar en el ROM inicial en comparación con el ROM final, se puede inducir un mayor estrés metabólico y la liberación de hormonas promotoras del crecimiento, como el IGF-1. Estos factores están estrechamente relacionados con la hipertrofia muscular. Por ejemplo, una investigación realizada por Pedrosa y cols. (2022), comparó los cambios en la hipertrofia regional del cuádriceps entre diferentes ROM en el ejercicio de extensión de rodilla. Los resultados mostraron aumentos significativamente mayores en el área de sección transversal del músculo (CSA) en las regiones musculares distales del recto femoral y vasto lateral a favor de trabajar en un ROM inicial en comparación con un ROM final. Otros estudios, como el realizado por Sato y cols. (2021), para examinar el bíceps braquial, o el estudio de Kassiano y cols. (2023), que investigó los cambios en el grosor muscular de las cabezas medial y lateral del gastrocnemio, también han demostrado esta tendencia a favorecer un ROM inicial en la hipertrofia muscular. Esto sugiere que las longitudes musculares más extensas podrían ser realmente superiores para la hipertrofia en ciertos grupos musculares.

No obstante, algunos estudios han planteado la interrogante de si estos efectos se deben simplemente a la novedad del entrenamiento, en lugar de representar una auténtica superioridad del enfoque. Para resolver este debate, es necesario llevar a cabo más investigaciones, especialmente durante periodos de entrenamiento más prolongados.

Por otro lado, el entrenamiento con sobrecargas también conlleva mejoras en la fuerza, y nuevamente, el ROM en el que se entrena puede marcar la diferencia. La investigación sugiere que las ganancias de fuerza tienden a ser específicas del ROM en el que se trabaja. Así, el entrenamiento en un ROM inicial podría llevar a mejoras de fuerza más notables en los ángulos entrenados.

Ahora, examinemos un nuevo estudio cuyo objetivo fue investigar el impacto del entrenamiento con un ROM inicial y compararlo con un ROM final sobre la fuerza dinámica y la hipertrofia muscular regional en los flexores del codo.

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